Preguntas
A.
¿Cómo lograr que el 15M siga siendo un movimiento inclusivo, en el que se pueda
reconocer el 99% (y lograr que se enganchen gentes que hasta ahora no lo han
hecho: clases bajas, migrantes, etc.)?
B.
¿Cómo lograr que el 15M sea un movimiento sostenible: que lo podamos conciliar
con nuestras vidas, que se pueda sostener en el tiempo, que sea vivible y no un
sacrificio o un peligro (violencia)?
Simona Levi (X.net)
A. El
eslogan 99% está equivocado. Es
un lema con memética anglosajona que no pega aquí. No queremos ser como todos
los demás. El haberlo adoptado denota un sentimiento de inferioridad respecto a
Estados Unidos que nos impide hacernos fuertes en nuestro hechos diferenciales,
que son nuestra potencia. Debemos aceptar nuestra diversidad interna de modos
de hacer y aceptar colaborar de forma descentralizada, que es lo que ha hecho
nuestra fuerza. Estamos dejando que entren lugares comunes y antiguas formas y
lenguaje de la izquierda tradicional, centralista y purista, que son
completamente contraproducentes para la amplificación de la sublevación de
fuerzas transversales que ha sido el 15M en sus orígenes.
B. La iconografía de violencia
es lo que en este momento el régimen quiere para el giro autoritario que está a
punto de dar. Cualquiera que ofrezca
iconografía violenta en este momento es cómplice de este golpe de estado, da igual si es una persona pagada por el
propio régimen o si no lo es.
Axebra (Hacktivistas)
A. Lo primero que tenemos que
preguntarnos es cómo llegó la gente al 15M. La incapacidad de encontrar un
narrador plausible (la mayoría de los medios eran incapaces de hacer una
lectura del movimiento) hizo que más y más gente quisiera conocer los hechos
por sus propios ojos. Por lo tanto el movimiento necesita volver a sorprender,
estar donde no se le espera. Ayudar a la población que más sufre la exclusión y
los recortes debería convertirse en una prioridad del movimiento y no caer en
el autoenamoramiento del método asambleario. Hay que pensar en asamblea, pero con el
objetivo de actuar.
B. Con millones de personas
paradas y subempleadas, la cantidad de saberes que se pueden poner en común es
alta, y por lo tanto hay gran capacidad de trabajo activista. Pero mucha gente
que no era activista antes del 15M no puede seguir el ritmo. Ante la violencia,
posiblemente veamos más violencia policial, pero si el 15M se convierte en
cotidiano, ni los violentos con placa ni sin ella podrán empañar el trabajo.
Pablo
Padilla (Juventud sin futuro)
A. Hay que seguir desmontando
los mantras que usan los de arriba (ejemplo: «Habéis vivido por encima de
vuestras posibilidades») y presentar nuestras reivindicaciones, justas y
legítimas, como beneficiosas para el 99%, aunque el 1% las presente como
ineficaces, utópicas o carentes de sentido. Para incluir a sectores que aún no
están muy involucrados, debemos escucharles e incluir (o hacer más visibles)
las demandas que están en el repertorio de reivindicaciones del 15M.
B. Hay
que sostener la movilización con diferentes modelos de militancia, para no
imposibilitar el acceso a nadie y aprovechar la potencia de la heterogeneidad
que nos caracteriza. Debemos
actuar de manera colectiva, siendo capaces de coordinar acciones y
movilizaciones, e inteligente, sabiendo visibilizar la violencia contra las
mayorías sociales y utilizarla en contra del R€gimen. No debemos permitir que
el miedo nos paralice, es la herramienta que utilizan para dominarnos y para
que volvamos a pensar que estamos sol@s.
(Publicado en Diagonal, n. 173, 2012)
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