Peter Jay, periodista especializado en economía, entrevistó en 1976 a Noam Chomsky en London Weekend TV.
Profesor
Chomsky, para empezar quizá sería lo mejor que tratara de decirnos qué es lo que
no se ha de entender por anarquismo; la palabra anarquía, como es sabido,
proviene del griego y significa literalmente sin gobierno, pero supongo que
quienes hablan de anarquía o de anarquismo como sistema de Filosofía política
no quieren con eso decir simplemente que son partidarios de que a partir del 19
de enero del año que viene, pongamos por caso, deje de existir de repente todo
gobierno tal como hoy lo entendemos y que ya no habrá ni policía ni normas de
la circulación, ni leyes ni recaudadores de impuestos y ni siquiera servicios
de correos, teléfonos y telégrafos, etc. Me imagino que con esas palabras
entienden algo más complicado que todo eso.
Bueno,
entendámonos; le digo sí a algunas de sus cuestiones y no a otras. Lo más
probable es que los defensores de la anarquía o del anarquismo sean partidarios
de que no haya policía, pero no de que deba prescindiese de las normas del
tráfico. Yo querría empezar diciendo que el término anarquismo abarca una gran
cantidad de ideas políticas y que yo prefiero entenderlo como la izquierda de
todo movimiento libertario. Desde estas posiciones podríamos concebir el
anarquismo como una especie de socialismo voluntario, es decir: como un
socialismo libertario, o como un anarcosindicalismo, o como un comunismo
libertario o anarquismo comunista, según la tradición de Bakunin, Kropotkin y
otros. Estos dos grandes pensadores proponían una forma de sociedad altamente
organizada, aunque organizada sobre la base de unidades orgánicas o de
comunidades orgánicas. Generalmente, por estas dos expresiones entendían el
taller y el barrio, y a partir de este par de unidades orgánicas derivar
mediante convenios federales una organización social sumamente integrada que
podría tener alcances nacionales e internacionales. Toda decisión, a todo
nivel, habría de ser tomada por mayoría sobre el terreno y todos los delegados
representantes de cada comunidad orgánica han de formar parte de ésta y han de
provenir de la misma, a la cual han de volver y en la cual, de hecho, viven.