viernes, 28 de febrero de 2014

LA REBELIÓN JUVENIL DE LOS AÑOS SESENTA


En la Europa de la posguerra que siguió a la Segunda Guerra Mundial se encuentra el origen de nuevos comportamientos sociales cuyos actores fueron los miembros de una juventud insatisfecha y descontenta con el mundo que les había tocado vivir. Este desasosiego o malestar, como se le quiera llamar, motivaría a miles de jóvenes a reunirse en grupos muy específicos, marginales, y a mantener unas actitudes sociales especiales, siempre acorde con la protesta y la crítica de la sociedad.

Este proceso se inició ya en los años cincuenta (siglo XX) y en ciertos aspectos se ha prolongado hasta nuestros días. Varios fueron los factores que se combinaron para dar lugar a la explosión de la juventud occidental, en Europa y en Estados Unidos.

Entre la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría

El primero de los factores a destacar fue la barbarie que representó la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), que dio lugar a la eclosión de movimientos pacifistas a los que se habrían de adherir miles de jóvenes, que a lo largo de los años cincuenta y más adelante manifestarían su repudio por la Guerra Fría y su rechazó al terror nuclear.

A este factor cupo añadírsele la atracción que sobre la juventud europea ejerció, también a mediados de los años cincuenta del siglo XX, la corriente filosófica del existencialismo. Esta corriente, cuyas figuras centrales fueron el filósofo Jean-Paul Sartre y el escritor Albert Camus, analizaba el mundo desde una perspectiva atea y lo entendía como un absurdo, al que Sastre acabó dándole sentido con un contenido marxista y Camus con uno humanista. En cualquier caso, sus postulados eran eminentemente antiburgueses y, en consecuencia, anticapitalistas.

Otro factor importante derivaría de la reconstrucción europea de la posguerra, posible mediante la ayuda estadounidense concebida en el Plan Marshall. Reconstrucción que, ante el temor al comunismo, las élites políticas y las fuerzas económicas liberales dominantes en la época dieron unos contenidos dirigidos hacia una distribución más equitativa de la riqueza entre las diversas capas sociales. Se practicó una reconstrucción desde una perspectiva socialdemócrata, reformista, y no desde posiciones ideológicas netamente liberales. Surgió así el Estado del Bienestar en Europa occidental (excepto en España, donde la dictadura del general Franco impidió que la población pudiera beneficiarse de aquella ayuda).

Y surgieron también unas nuevas clases medias en gran medida dominadas por un nuevo y creciente valor: el consumismo, sustitutivo del valor tradicional que era el ahorro. Con el paso de los años, el consumismo sería aborrecido por crecientes capas de la juventud europeo-occidental y estadounidense, y su rechazó culminaría en los sangrientos episodios habidos en Estados Unidos y Europa, donde culminaron con el estallido del Mayo de 1968 francés, como se verá más adelante.

jueves, 27 de febrero de 2014

EL COMUNISMO ANARQUISTA

Miembros del Ejército Negro de Ucrania, liderado por Nestor Makhno

El comunismo anarquista es una forma de anarquismo que defiende la abolición del Estado y el capitalismo a favor de una red horizontal de asociaciones voluntarias a través de la cual todo el mundo sea libre de satisfacer sus necesidades.

El comunismo anarquista es también conocido como anarco-comunismo, anarquismo comunista, o, en ocasiones, comunismo libertario. Sin embargo, mientras que todos los comunistas anarquistas son comunistas libertarios, algunos comunistas libertarios, como los comunistas consejistas, no son anarquistas. Lo que distingue el comunismo anarquista de otras variantes de comunismo libertario es la oposición formal a todas formas de poder político, jerarquía y dominación.

El comunismo anarquista insiste en el igualitarismo y la abolición de la jerarquía social y las diferencias de clase que surgen de la desigual distribución de la riqueza, la abolición del capitalismo y el dinero, y la producción y distribución colectiva de la riqueza por medio de las asociaciones voluntarias. En el comunismo anarquista, el Estado y la propiedad dejan de existir. Cada individuo y grupo es libre de contribuir a la producción y satisfacer sus necesidades de acuerdo a su propia elección. Los sistemas de producción y distribución son dirigidos por sus propios partícipes.

La abolición del trabajo asalariado es primordial para el comunismo anarquista. Con la distribución de la riqueza basada en las necesidades autodeterminadas, la gente será libre de comprometerse en cualquier actividad que le resulte más satisfactoria sin tener que realizar más trabajos para los que no se tenga el genio o la aptitud. Los comunistas anarquistas sostienen que no existe una forma válida de medir el valor de las contribuciones económicas de una sola persona porque toda la riqueza es producto colectivo de las generaciones actuales y anteriores. Defienden que cualquier sistema económico basado en el trabajo asalariado y la propiedad privada requiere un aparato coercitivo estatal para mantener los derechos de la propiedad y mantener las relaciones económicas desigualitarias que inevitablemente aparecen.

Conocidos comunistas anarquistas son Piotr Kropotkin (Rusia), Errico Malatesta (Italia) y Nestor Makhno (Ucrania). Kropotkin es generalmente visto como el más importante teórico del comunismo anarquista. Concretó sus ideas económicas en libros como La conquista del pan y Campos, fábricas y talleres. Kropotkin consideraba que la cooperación era más beneficiosa que la competición, defendiendo en La Ayuda Mutua: Un Factor para la Evolución sus conocimientos en naturaleza. 

Las ideas del comunismo anarquista fueron muy influyentes en la introducción del anarquismo en Japón, a través de los esfuerzos de Kôtoku Shûsui al comienzo de la década de 1900, quien tuvo correspondencia con Kropotkin y tradujo sus trabajos. 

Alexander Berkman y Emma Godman se convirtieron en importantes defensores del anarcocomunismo después de su deportación a los EE.UU. en 1919, influenciados por un alemán emigrado en los EEUU, Johann Most, quien antes había ayudado a traer los principios comunistas anarquistas a Gran Bretaña a través de su contacto con Frank Kitz en Londres alrededor de 1880. Fueron especialmente críticos con el bolchevismo después de descubrir su terrible realidad de primera mano en Rusia y después del aplastamiento de la rebelión de Kronstadt por parte del Ejército Rojo. 

Muchos plataformistas se refieren a sí mismos como comunistas anarquistas, a pesar de que otros comunistas anarquistas no se sienten cómodos con algunas partes del documento de la Plataforma Organizativa, como el asunto de la “responsabilidad colectiva” defendido por Makhno pero con la oposición de Malatesta.

Mientras históricamente muchos comunistas anarquistas fueron activos anarcosindicalistas, muchos fueron críticos con los sindicalistas que buscan alguna forma de sistema de salarios autogestionados antes que la abolición salarial, señalando que cualquier sistema que mantenga relaciones económicas basadas en la recompensa según el esfuerzo y el intercambio no es comunista.

Los actuales comunistas anarquistas están representados en distintas organizaciones como la Internacional de Federaciones Anarquistas, incluyendo la Federación Anarquista (Gran Bretaña). Los plataformistas  incluyen el Movimiento de Solidaridad de los Trabajadores (Irlanda) y la Federación de los Comunistas Anarquistas del Noreste (EE.UU.).

Muchos grupos anarquistas nacientes del Este europeo, Rusia y el Caúcaso se identifican con el comunismo anarquista y  actualmente hay un fuerte comunismo anarquista en las organizaciones anarquistas de Latinoamérica y el Caribe.

lunes, 24 de febrero de 2014

EL COMUNISMO DE CONSEJOS

El comunismo de consejos fue un movimiento obrero militante que emergió por primera vez en Alemania y los Países Bajos en la década de 1920. Hoy en día continúa siendo una importante corriente teórica dentro del comunismo libertario.

El argumento central (y simple) del  comunismo de consejos, en marcado contraste con los reformistas socialdemócratas y los leninistas, es que los consejos obreros que surgen en los lugares de trabajo y las comunidades durante los periodos de intensa lucha son la forma natural organizativa de la clase trabajadora. Esta visión es completamente opuesta a los argumentos reformistas o leninistas que hacen hincapié en que la clase obrera es incapaz de hacer nada por si misma y la necesidad de contar con partidos de vanguardia, urnas (y las instituciones estatales que ambos conllevan) para solucionar sus problemas.

Estas conclusiones llevan a los comunistas de consejos a mantener posiciones muy similares a las sostenidas por los anarco-comunistas con la principal diferencia de que en ocasiones, aunque no siempre, mantienen un compromiso con Marx y sus métodos de análisis. Como tal, hay momentos históricos y presentes de una estrecha colaboración entre las dos corrientes, hasta el punto de que comunistas de consejos se convierten en miembros de grupos anarco-comunistas.

sábado, 22 de febrero de 2014

EL COMUNISMO DE CONSEJOS Y LA CRÍTICA DEL BOLCHEVISMO


“Supóngase que la dirección central puede distribuir todo lo que se haya producido de una manera justa. Incluso entonces sigue dándose el hecho de que los productores no disponen de la maquinaria de la producción. Esta maquinaria no es suya, sino que es usada para disponer de ellos. La consecuencia inevitable es que aquellos grupos que se opongan a la dirección existente serán suprimidos por la fuerza. El poder económico central está en manos de los que, al mismo tiempo, ejercen el poder político. Cualquier oposición que piense de manera distinta sobre los problemas políticos y económicos será suprimida mediante cualquier medio posible. Esto significa que en vez de una asociación de productores libres e iguales, según lo definido por Marx, hay una prisión como nadie ha visto antes.”

Esta cita, traducción libre de un texto de hace setenta años, explica que las relaciones de producción tal como fueron desarrolladas en Rusia después de octubre de 1917, no tienen nada que ver con lo que Marx y Engels entendían como comunismo. En el momento en que el folleto arriba citado fue publicado el terror de los años 30 aun no había tenido lugar. Era solamente una profecía. No había ningún acontecimiento político que hubiera causado esta crítica de la sociedad soviética; esta crítica se presentó de un análisis económico. En esta base el estalinismo fue entendido como la expresión política de un sistema económico que perteneció a una explotación capitalista de Estado, y esto no sólo era cierto para el caso del estalinismo.

El texto mencionado era el trabajo de un grupo que autores pertenecieron a una corriente que surgió en los años posteriores de la primera guerra mundial y alcanzó una significativa importancia. Esta corriente se caracterizó por una crítica aguda de la socialdemocracia así como del bolchevismo. Era una corriente que analizaba cuidadosamente las experiencias diarias de la clase obrera, y así llegó a nuevas ideas sobre la lucha de clases. La corriente consideró a la socialdemocracia y al bolchevismo como el “viejo movimiento obrero”; que era lo contrario a “un nuevo movimiento de los obreros.”

miércoles, 5 de febrero de 2014

CURS DE CULTURA POLÍTICA A TERRASSA (2014)


GRUP D'OPINIÓ D'AMICS DE LES ARTS
AMB LA COL·LABORACIÓ DE
GRUP DE CULTURA 15M - TERRASSA

II Curs de Cultura Política
Els pensadors de la política

Amics de les Arts i Joventuts Musicals
(carrer de Sant Pere, 46, primera planta)

Preu: 8 euros les 8 sessions (per a despeses de desplaçament dels ponents i materials). L'assistència a una sessió serà gratuïta.


Març

Sessió 1:  Dimarts 4 de març, a les 19:00h
«Els pensadors de la política: Plató i Aristòtil»,
a càrrec de Quim Brugué, professor de la Universitat Autònoma de Barcelona 

Sessió 2:  Dimarts 11 de març, a les 19:00h
«Els pensadors de la política: de Maquiavel a la Il·lustració»,
a càrrec de Joaquín Miras, membre d’Espai Marx

Sessió 3:  Dimarts 18 de març, a les 19:00h
«Proudhon i Pi i Margall, socialisme i federalisme popular»,
a càrrec de Ferran Aisa, estudiós de la història contemporània de Catalunya i del moviment obrer d’orientació llibertària. 

Sessió 4: Dimarts 25 de març, a les 19:00h
«Els anarquistes: Bakunin, Kropotkin i Malatesta»,
a carrec de Jordi Martí Font, filòleg, Ferran Aisa, historiador, i Gianni Sarno, historiador.

Abril

Sessió 5:  Dimarts 1 d’abril, a les 19:00h
«Marx, la seva obra i el seu llegat»,
a càrrec de Joaquín Miras, membre d’Espai Marx

Sessió 6:  Dimarts 8 d’abril, a les 19:00h
«Luxemburg i Lukacs, els camins de l’heterodoxia»,
a càrrec de Joaquín Miras i Joan Tafalla, membres d’Espai Marx

Sessió 7:  Dimarts 29 d’abril, a les 19:00h
«Bernstein i Kautski, el camí de la socialdemocracia»,
a càrrec de Joan Tafalla, membre d’Espai Marx, i Quim Brugué, professor de la Universitat Autònoma de Barcelona 


Maig

Sessió 8: Dimarts 6 de maig, a les 19:00h
«Gramsci i la unitat popular»,
a càrrec de Joan Tafalla, membre d’Espai Marx