Horrible. Sádico. Cruel. Asesino. Así es como Noam Chomsky describe los 29 días de ofensiva israelí sobre Gaza, que mató a casi 1.900 personas y dejó a casi 10.000 personas heridas. Chomsky ha escrito extensamente sobre el conflicto israelí-palestino. Después de la operación israelí de 2008-2009 conocida como «Plomo Fundido», escribió el libro Gaza en crisis: Reflexiones sobre la guerra de Israel contra los palestinos, en coautoría con el académico israelí Ilan Pappé. Entre sus otros libros sobre el conflicto israelí-palestino, se pueden destacar: ¿Paz en oriente medio? Reflexiones sobre justicia y nacionalidad y El triángulo fatal: Estados Unidos, Israel y Palestina.
Chomsky es un disidente político, lingüista y
escritor de renombre mundial. También es profesor emérito del Instituto
Tecnológico de Massachusetts, donde enseña hace más de 50 años.
TRANSCRIPCIÓN
JUAN GONZÁLEZ: Para ampliar la
información sobre la crisis en Gaza nos vamos a Boston, desde donde nos
acompaña Noam Chomsky, un disidente político, lingüista y escritor de renombre
mundial. También es profesor emérito del Instituto Tecnológico de
Massachusetts, donde enseña hace más de 50 años. Hace décadas viene escribiendo
extensamente sobre el conflicto israelí-palestino.
AMY GOODMAN: Este mes se cumplen
cuarenta años de la publicación del libro de Noam Chomsky ¿Paz en oriente
medio? Reflexiones sobre justicia y nacionalidad. Otro de sus libros, El triángulo fatal: Estados Unidos, Israel y Palestina, publicado
en 1983, se considera una de las obras más contundentes sobre el conflicto
israelí-palestino. El profesor Chomsky se comunica con nosotros desde Boston.
Bienvenido de nuevo a Democracy Now!, Noam. En primer lugar, quisiera pedirte
un comentario general, ya que no hemos hablado contigo durante esta ofensiva
israelí en Gaza. ¿Que opinas sobre lo sucedido ahora?
NOAM CHOMSKY: Es una atrocidad
horrible, sádica, cruel, asesina, llevada a cabo sin ningún pretexto creíble.
Es otro de los ejercicios periódicos que hace Israel, que delicadamente
denominan como "cortar el césped". Esto significa dispararles a los
peces del estanque, para asegurarse de que los animales se queden quietos en la
jaula que les has construido. Después viene un período de lo que se llama
"alto el fuego", que significa que Hamas observa el alto al fuego,
como Israel mismo reconoce, mientras Israel continúa violándolo. Luego eso se
rompe por una escalada militar israelí. Hamas responde. Y ahí viene el momento
de "cortar el césped". Éste, en muchos sentidos, es más sádico y
cruel incluso que los anteriores.
JUAN GONZÁLEZ: ¿Y qué hay del
pretexto que utiliza Israel para lanzar estos ataques? ¿Podrías hablarnos sobre
eso y hasta que punto crees que es válido?
NOAM CHOMSKY: Según admiten altos
funcionarios israelíes, Hamas ha respetado el último alto el fuego por 19
meses. El episodio anterior de "cortar el césped" fue en noviembre de
2012. Hubo un alto el fuego. Los términos de la negociación fueron que Hamas no
dispararía misiles —lo que ellos llaman misiles— y que Israel actuaría para
poner fin al bloqueo y dejaría de atacar en Gaza a los que ellos llaman
milicianos. Hamas cumplió con el acuerdo. Israel lo admite.
En abril de este año sucedió algo que horrorizó al
gobierno israelí: se llegó a un acuerdo de unidad entre Gaza y Cisjordania,
entre Hamas y Fatah. Durante mucho tiempo, Israel ha intentado desesperadamente
evitar que eso pase. Hay todo un contexto, que da cuenta de lo importante que
es. Entonces, llegó el acuerdo de unidad. Israel se puso furioso. Y más aún se
molestaron cuando EE.UU. lo respaldó de alguna manera, lo que es un gran golpe
para ellos. Hicieron estragos en Cisjordania.
Lo que se utilizó como pretexto fue el brutal asesinato de
tres colonos adolescentes. Primero se dijo que estaban vivos, a pesar de que se
sabía que estaban muertos. Eso dio lugar a un enorme, ah y por supuesto,
inmediatamente culparon a Hamas. Pero hasta ahora no presentaron ningún tipo de
prueba, y de hecho, autoridades israelíes de alto rango señalaron de inmediato
que los asesinos eran probablemente miembros de una especie de un clan díscolo
que hay en Hebrón, el clan Qawasmeh, lo que al parecer resulta ser verdad. Este
clan ha sido un dolor de cabeza para Hamas durante años. No respetan sus
órdenes.
Pero de todos modos, eso dio lugar a esa incursión
devastadora en Cisjordania, donde arrestaron a cientos de personas, y volvieron
a arrestar a muchos que ya habían puesto en libertad, en su mayoría
identificados con Hamas. Aumentaron los asesinatos. Y finalmente, vino la
respuesta de Hamas: los llamados ataques con misiles. Y eso dio lugar a una
nueva "cortada de césped".
AMY GOODMAN: Has dicho que Israel
hace esto periódicamente, Noam Chomsky. ¿Por qué lo hacen?
NOAM CHOMSKY: Porque quieren
mantener una cierta situación. Hay un contexto que lo explica. Por más de 20
años, Israel se ha esforzado, con el apoyo de Estados Unidos, por separar a
Gaza de Cisjordania. Eso implica una violación directa del Acuerdo de Oslo,
firmado hace 20 años, que estableció que Cisjordania y Gaza constituyen una
entidad territorial única cuya integridad debe ser preservada. Pero para los
estados canallas, los acuerdos solemnes no son un impedimento actuar a su
antojo. Así que Israel, con apoyo de EEUU, se enfocó en mantenerlas separadas. Y tiene una buena
razón para ello. Basta con mirar el mapa. Siendo Gaza es la única salida al
mundo exterior de una entidad Palestina, cualquiera que sea, si Cisjordania
está separada de Gaza, queda básicamente encerrada; tiene a Israel de un lado y
a la dictadura de Jordania del otro.
Más aún, Israel viene expulsando sistemáticamente a los
palestinos del valle del Jordán, destruyendo pozos, construyendo asentamientos.
Primero delimitan allí zonas militares, luego establecen asentamientos; la
historia de siempre. Eso significaría que los espacios que queden para los
palestinos en Cisjordania, una vez que Israel tome lo que quiere y lo integre a
Israel, estarían completamente encerrados. Gaza sería la salida al mundo
exterior, de modo que mantenerlas separadas una de la otra es un importante
objetivo político, tanto de la política estadounidense como de la israelí. Y el
acuerdo de unidad amenazaba ese objetivo.
Y amenazaba otra cosa que Israel viene alegando hace años.
Uno de sus argumentos para evadir entrar en negociaciones ha sido: ¿Cómo se
puede negociar con los palestinos si están divididos? Bueno, está bien,
entonces si se unen, ese argumento se cae. Pero el motivo más importante es lo
geoestratégico, que es lo que mencionaba recién. Así que el gobierno de unidad
era una amenaza real, lo mismo que el tibio, pero real, respaldo de Estados
Unidos a éste. Y reaccionaron enseguida.
JUAN GONZÁLEZ: Noam, ¿qué piensas de
la actitud de Israel de, como tú dices, buscar mantener el status quo y a la
vez seguir alterando la realidad del territorio a través de la ampliación de
los asentamientos. ¿Cómo interpretas que los sucesivos gobiernos de Estados
Unidos, que oficialmente se opone a la expansión de los asentamientos, se
nieguen persistentemente a llamarle la atención a Israel por este intento de
expandirse en el territorio?
NOAM CHOMSKY: Bueno, tu expresión
"oficialmente se opone" es bastante acertada. Podemos mirar, o sea,
hay que distinguir entre la retórica de un gobierno y sus acciones. Y entre la
retórica que usan los dirigentes políticos y sus acciones. Eso debería ser obvio.
Poder ver cuán comprometido está EE.UU. con esta política es fácil. Por
ejemplo, en febrero de 2011, el Consejo de Seguridad de la ONU evaluó una resolución que pedía, que
llamaba a Israel a poner fin a la expansión de asentamientos. Tengamos en
cuenta que la expansión de asentamientos no es realmente el problema. Son los
asentamientos en sí mismos. Los asentamientos, el desarrollo de
infraestructura, todo eso es una violación flagrante del derecho internacional.
Eso ha sido determinado por el Consejo de Seguridad, por la Corte Internacional
de Justicia. Prácticamente todos los países del mundo, fuera de Israel,
reconocen esto. Esta era una resolución que llamaba al fin de la expansión de
los asentamientos lo que se corresponde con la política oficial de Estados Unidos.
¿Y qué pasó? Obama vetó la resolución. Eso da a entender algo. Es más, la
declaración oficial dirigida a Israel acerca de la expansión de los
asentamientos va acompañada de algo que en lenguaje diplomático se denominaría
un guiño, una indicación discreta de que no lo decimos en serio.
Así, por ejemplo, la última declaración de Obama
condenando la reciente, como él la llama, violencia de las dos partes, fue
acompañada por el envío de más ayuda militar a Israel. Bueno, ellos saben leer
esas señales. Y eso ha sido así desde siempre. De hecho, cuando Obama llegó al
gobierno, dio el discurso pertinente contra la expansión de los asentamientos.
Y se le preguntó a su gobierno, a los voceros, en conferencias de prensa, les
preguntaron si Obama iba a hacer algo al respecto, como el primer George Bush
había hecho —sanciones moderadas— para frenar la expansión de los
asentamientos. Y la respuesta fue: "No, esto es sólo un gesto
simbólico". Bueno, eso le dice al gobierno de Israel exactamente lo que
está sucediendo. Y de hecho, si se mira lo que sucede, cosa por cosa, la ayuda
militar continúa, la ayuda económica continúa, la protección diplomática
continúa, la protección ideológica continúa. Con esto quiero decir que se
categorizan los problemas de tal manera que se ajusten a las demandas de
Israel. Todo eso sigue sucediendo, acompañado por una especie de cacareo que
dice: "Bueno, realmente no nos gusta lo que pasa, y no contribuye a la
paz". Cualquier gobierno puede entender las señales.
AMY GOODMAN: Quiero que escuchemos
al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que habló ayer con periodistas
extranjeros.
BENJAMIN NETANYAHU: Israel aceptó y Hamas rechazó
la propuesta que hizo Egipto el 15 de julio para un alto el fuego. Y quiero que
sepan que en ese momento el conflicto había cobrado unas 185 vidas. Recién el
lunes en la noche Hamas aceptó esa misma propuesta, que entró en efecto ayer en
la mañana. Eso significa que el 90%, el 90% del total de las muertes ocurridas
se hubiera podido evitar si Hamas no hubiera rechazado en ese momento el alto
al fuego que ahora sí acepta. Hamas tiene que rendir cuentas por la trágica
pérdida de vidas.
AMY GOODMAN: Noam Chomsky, ¿qué le
responderías al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu?
NOAM CHOMSKY: [inaudible] hay una
respuesta corta y una respuesta larga. La respuesta corta es que, por supuesto,
como bien lo sabe Netanyahu, esa propuesta de alto el fuego fue negociada entre
la dictadura militar de Egipto e Israel, dos gobiernos muy hostiles a Hamas. Ni
siquiera se le comunicó a Hamas directamente. Ellos se enteraron a través de
las redes sociales, y eso los enfureció, naturalmente. Y dijeron que no
aceptarían la propuesta en esos términos. Pero bueno, esa es la respuesta
corta.
La respuesta larga es que el 100% de las víctimas, de la
destrucción y la devastación, y todo lo demás, se hubiera podido evitar si
Israel hubiera respetado el acuerdo de alto al fuego después de, desde
Noviembre de 2012, en vez de violar constantemente el acuerdo, y luego
intensificar la violencia, —de la forma que he señalado— buscando frenar el
gobierno de unidad y persistir en su política, sus políticas de apoderarse de
las áreas que quieren de Cisjordania y mantenerla separada de Gaza. Así como
mantener a Gaza en lo que llaman una 'dieta', según el famoso comentario de Dov
Weissglass. Este es el hombre que negoció el retiro israelí de 2005, y señaló
que el propósito de ese retiro era poner fin a la discusión sobre algún tipo de
acuerdo político y bloquear cualquier posibilidad de creación de un Estado
Palestino. Y que mientras tanto, los habitantes de Gaza ses a dieta, lo que
significaba permitira la entrada de alimentos con apenas las calorías
suficientes para que no se murieran todos —porque eso sería muy malo para la ya
decadente reputación de Israel— pero que no tuvieran acceso a más que eso. Y
con su proclamada capacidad técnica, Israel, los expertos israelíes, calcularon
exactamente cuántas calorías se necesitaban para mantener a la gente de Gaza en
una dieta, en un estado de sitio, con las exportaciones bloqueadas, con las
importaciones bloqueadas. Los pescadores no pueden salir a pescar. Los buques
de guerra los llevan de nuevo a la costa.
La gente palestina tiene prohibido el ingreso a una gran
parte, probablemente más de un tercio, o quizás más, de la tierra cultivable de
Gaza. Se le llama "barrera". Esa es la norma. Esa es la dieta. Los
quieren mantener así, separados de Cisjordania, y continuar con el proyecto que
ya están implementando, de apoderarse -podría dar los detalles, pero no es algo
desconocido— de apoderarse de las partes de Cisjordania que Israel quiere, que
ya está incorporando a Israel, y que probablemente al final termine anexándolas
de algún modo, mientras siga contanto con el apoyo de Estados Unidos, mientras
se sigan trabando los esfuerzos internacionales para llegar a un acuerdo
político.
JUAN GONZÁLEZ: Noam, tras lo ocurrido
durante este mes, y con todas estas imágenes de la masacre en Gaza difundidas
en el mundo, ¿qué impacto consideras que ha tenido esto en la relación, ya muy
distante, entre el gobierno de Estados Unidos y el mundo árabe y musulmán? Me
refiero especialmente a todos los jóvenes musulmanes y árabes del mundo que tal
vez no habían estado expuestos a atrocidades anteriores del conflicto
palestino-israelí.
NOAM CHOMSKY: Bueno, en primer
lugar, tenemos que distinguir entre las poblaciones de países musulmanes y
árabes, y sus gobiernos; hay una notable diferencia. Los gobiernos son en su
mayoría dictaduras. Y cuando se lee en la prensa que los árabes nos apoyan en
esto y lo otro, lo que se quiere decir es que los dictadores nos apoyan, no las
poblaciones. Las dictaduras apoyan moderadamente lo que EE.UU. e Israel están
haciendo. Eso incluye la dictadura militar de Egipto, que es muy brutal, la
dictadura de Arabia Saudita. Arabia Saudita es el aliado más cercano de Estados
Unidos en la región, y es el Estado fundamentalista islámico más radical del
mundo. Arabia Saudí está propagando sus doctrinas wahabí-salafistas en todo el
mundo, doctrinas fundamentalistas y extremistas. Es el aliado principal de
Estados Unidos hace años, como antes lo fue de Gran Bretaña. Ambas potencias
han tendido a preferir el Islam radical al peligro del nacionalismo secular y
la democracia. Y ellos apoyan bastante, no les gusta Hamas, lo odian. No tienen
ningún interés en los palestinos. Tienen que decir ciertas cosas para tratar de
apaciguar a sus poblaciones, pero, de nuevo, la retórica y la acción son cosas
diferentes.
Así que las dictaduras no están horrorizadas por lo que
está pasando. Probablemente están celebrándolo en silencio. Las poblaciones,
por supuesto, son muy diferentes, pero esto ha sido siempre así. Por ejemplo,
poco antes de las manifestaciones de la Plaza Tahrir en Egipto, que derrocaron a
la dictadura de Mubarak, hubo encuestas internacionales realizadas en Estados
Unidos por las principales empresas de encuestas, que mostraron muy claramente
que alrededor del 80% de la gente en Egipto consideraba que las principales
amenazas para ellos eran Israel y Estados Unidos. Y, de hecho, la condena a
Estados Unidos y sus políticas era tan extrema que, a pesar de que no les gusta
Irán, una mayoría manifestó que sentía que la región estaría más segura si Irán
tuviera armas nucleares.
Bueno, si nos fijamos en las encuestas de los últimos
años, más o menos varían en torno a opiniones de este tipo. Pero eso es a nivel
de las poblaciones. Y, por supuesto, a las poblaciones musulmanas de otros
lugares tampoco les gusta. Pero no sólo a las poblaciones musulmanas. Por
ejemplo, en Londres hubo una manifestación recientemente en la que participaron
cientos de miles de personas, una manifestación enorme en protesta por las
atrocidades israelíes en Gaza. Y eso también está pasando en otras partes del
mundo. Vale la pena recordar que, un par de décadas atras, Israel era uno de
los países más admirados del mundo. Ahora es uno de los países más temidos y
despreciados del mundo. A los propagandistas israelíes les gusta decir que,
bueno, es antisemitismo. Pero si bien puede haber un elemento antisemita, que
es suave, es a causa de las acciones israelíes. El rechazo es a las políticas.
Y mientras Israel persista en estas políticas, eso es lo
que va a pasar. En realidad, esto ha sido muy claro desde principios de la
década de 1970. De hecho, yo vengo escribiendo sobre ello desde entonces, pero
es algo tan obvio, que yo no creo tener ningún mérito por eso. En 1971, Israel
tomó una decisión crucial, la más fatídica de su historia, yo creo. El
presidente Sadat de Egipto ofreció a Israel un tratado de paz pleno, a cambio
de la retirada de Israel del Sinaí egipcio. En ese momento había un gobierno
laborista, el llamado gobierno laborista moderado. Consideraron la oferta y la
rechazaron. Planeaban llevar a cabo extensos programas de desarrollo en el
Sinaí, construir una enorme ciudad en el Mediterráneo, decenas de
asentamientos, kibutzim, y otras grandes obras de infraestructura, desplazando
decenas de miles de beduinos de esas tierras, destruyendo sus pueblos y todo
eso. Esos eran los planes, y estaban comenzando a ponerlos en práctica.
Así que Israel tomó la decisión de elegir la expansión por
encima de la seguridad. Un tratado con Egipto habría significado seguridad. Es
la única fuerza militar significativa del mundo árabe. Y esa ha sido la
política desde entonces. Cuando se sostiene una política que pone a la
represión y la expansión por encima de la seguridad, van a pasar cosas. El país
sufrirá una degeneración moral. Habrá una creciente oposición, indignación y
hostilidad desde poblaciones de otros países. Podrán continuar recibiendo el
apoyo de las dictaduras y del gobierno estadounidense, pero vas a perder el
apoyo de las poblaciones. Y eso tiene consecuencias. Se podía predecir; de
hecho, yo y otros lo predijimos en los años 70. Citándome a mí mismo:
"quienes se consideran partidarios de Israel son en realidad partidarios
de su degeneración moral, aislamiento internacional, y, muy posiblemente, su
destrucción final".
Eso es lo que; bueno, es lo que está pasando. No es el
único ejemplo en la historia. Se establecen muchas analogías con Sudáfrica, la
mayoría de ellas bastante dudosas, en mi opinión. Pero hay una analogía que
creo que es bastante realista, de la que no se habla mucho. Pero debería
tenerse presente. En 1958, el gobierno nacionalista de Sudáfrica, que fue el
que impuso el duro régimen del apartheid, reconoció que se estaba quedando
aislado internacionalmente. Sabemos, por documentos desclasificados, que en
1958 el ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica se reunió con el
embajador estadounidense. Y tenemos la conversación que tuvieron. Él
básicamente le dijo: "Mira, nos estamos convirtiendo en un estado paria.
Estamos perdiendo, todos van a votar en contra de nosotros en las Naciones
Unidas. Nos estamos quedando aislados. Pero realmente no nos importa, porque la
única voz que cuenta es la de ustedes. Mientras ustedes nos apoyen, realmente
no nos importa lo que piense el resto del mundo".
No fue una mala apreciación. Si nos fijamos en lo que
sucedió años después, la oposición al apartheid sudafricano creció y se
extendió. Hubo un embargo de armas de la ONU. Se implementaron sanciones. Se realizaron boicots. La
oposición era tan fuerte en la década de 1980, que incluso el Congreso de
Estados Unidos aprobó algunas sanciones, que el presidente Reagan tuvo que
vetar. Reagan fue el último partidario del régimen del apartheid. El Congreso
de hecho restableció las sanciones tras su veto, y luego él las violó. Todavía
en 1988, el gobierno de Reagan, el último reducto, declaró que el Congreso
Nacional Africano, el partido de Mandela, era uno de los grupos terroristas más
infames del mundo. Para poder mantener el apoyo de EE.UU. a Sudáfrica. También
apoyaba al grupo terrorista UNITA de
Angola. Finalmente, incluso Estados Unidos se unió al resto del mundo, y el
régimen del apartheid se derrumbó rapidamente.
Pero eso no es algo totalmente análogo al caso de Israel.
Hubo otras razones para la caída del apartheid, dos razones cruciales. Una de
ellas fue que se llegó a un acuerdo que era aceptable para Sudáfrica y para las
empresas internacionales. Un acuerdo simple: mantener el sistema socioeconómico
y permitir— hablando metafóricamente— permitir que haya algunas caras negras en
las limusinas. Ese fue el acuerdo, y eso fue lo que se implementó, aunque no
completamente. No hay un acuerdo comparable entre Israel-Palestina. Pero otro
elemento crucial, del que no se habla, es Cuba. Cuba envió fuerzas militares y
cientos de miles de trabajadores técnicos, doctores y maestros, entre otros, y
sacaron a los agresores sudafricanos de Angola, y los obligaron a abandonar su
ocupación ilegal de Namibia. Pero sobre todo, como de hecho lo señaló Nelson
Mandela cuando salió de la cárcel, los soldados cubanos, que por cierto eran
soldados negros, destrozaron el mito del súper hombre blanco invencible. Eso
tuvo un efecto muy significativo tanto en la Africa negra como en la Sudáfrica
blanca. Le indicó al gobierno y la población de Sudáfrica que no iban a ser
capaces de imponer su deseo de un sistema de apoyo regional, al menos no
silenciosamente, que les permitiría continuar sus operaciones dentro de
Sudáfrica y sus actos terroristas en el extranjero. Y eso fue un factor clave
para la liberación de la Africa negra.
AMY GOODMAN: Noam, tenemos que
hacer un corte y volveremos a esta conversación. Estamos conversando con Noam
Chomsky, disidente político, lingüista y escritor de renombre mundial. Profesor
Emérito en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Esto es Democracy Now! Estaremos de vuelta con el profesor Chomsky en un
minuto. [Corte]
AMY GOODMAN: Esto es Democracy
Now!, Democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman y éste
es Juan González. Nuestro invitado es el profesor Noam Chomsky. Quiero pasar un
fragmento del discurso del presidente Obama en una conferencia de prensa el
miércoles, en Washington, D.C.
BARACK OBAMA: A largo plazo, tiene que reconocerse que Gaza no puede sostenerse estando cerrada al mundo y sin la capacidad de proveer oportunidades sociales, trabajos, crecimiento económico, a la población que vive allí, sobre todo dada la densidad de población que tiene, y lo joven que es. Vamos a tener que ver un cambio en el acceso a oportunidades para la gente de Gaza. No tengo ninguna simpatía por Hamas. Pero sí siento mucha simpatía por la gente común y corriente que está luchando dentro de Gaza.
AMY GOODMAN: Eso dijo el presidente
Obama ayer. Noam Chomsky, ¿qué le responderías?
NOAM CHOMSKY: Bueno, como siempre,
con todos los estados y todos los dirigentes políticos, hay que diferenciar
entre retórica y acción. Cualquier dirigente político puede tener una retórica
preciosa, incluso Hitler o Stalin, cualquiera. La pregunta es: ¿Y qué están haciendo?
¿Qué sugiere exactamente Obama o que está haciendo para lograr el objetivo de
acabar con el sitio y el bloqueo de Israel a Gaza, apoyado por Estados Unidos,
que es lo que ha llevado a esta situación? ¿Qué ha hecho en el pasado? ¿Qué
propone hacer en el futuro? Hay cosas que el gobierno de Estados Unidos podría
hacer de forma muy fácil. De nuevo, no quiero abusar de la analogía con
Sudafrica, pero es una buena muestra. Y no es el único caso.
Lo mismo ocurrió, como recordarán, en el caso
Indonesia-Timor Oriental. Cuando Estados Unidos, Clinton, finalmente dijo a los
generales de Indonesia, "se acabó el juego", ellos se retiraron
inmediatamente. El poder de Estados Unidos es sustancial. Y en el caso de
Israel, es fundamental, porque Israel cuenta con el apoyo unilateral de Estados
Unidos. Hay muchas cosas que Estados Unidos puede hacer para implementar lo que
Obama dice. Y la cuestión es, de hecho, cuando Estados Unidos da órdenes,
Israel obedece. Eso ha ocurrido una y otra vez. Y es completamente obvio el
porqué, dadas las relaciones de poder. Así que hay cosas que se pueden hacer.
Se hicieron algunas cosas en los gobiernos de Bush segundo, Clinton, Reagan, y
Estados Unidos podría hacerlas de nuevo. Entonces sabremos si esas palabras
fueron algo más que la típica retórica agradable.
JUAN GONZÁLEZ: Hablando de separar la
retórica de los actos, Israel siempre ha dicho que ya no ocupa Gaza. Democracy
Now! recientemente habló con Josué Hantman, un asesor de alto rango del
embajador israelí en Estados Unidos y un ex portavoz del Ministerio de Defensa
israelí. Hantman dijo texualmente que "Israel salió de la Franja de Gaza
en 2005. Retiramos todos los asentamientos. Retiramos las Fuerzas de Defensa
Israelíes (IDF, en inglés). Sacamos a 10.000 judíos de
sus casas, como un paso para la paz, porque Israel quiere la paz y está
extendiendo su mano para la paz". ¿Tu respuesta?
NOAM CHOMSKY: Bueno, varios puntos.
En primer lugar, la ONU y todos los
países del mundo, incluido Estados Unidos, consideran a Israel como el poder
ocupante en Gaza, por una razón muy simple: ellos controlan todo. Controlan las
fronteras, la tierra, el mar y el aire. Determinan qué puede entrar y salidr de
Gaza. Determina cuántas calorías necesitan los niños de Gaza para mantenerse
vivos, pero no para crecer bien. Eso es una ocupación, bajo el derecho
internacional, y nadie lo pone en duda, por fuera de Israel. Incluso Estados
Unidos está de acuerdo, su apoyo más recurrente. Ya con eso, con eso
terminamos la discusión sobre si es un poder ocupante o no. Y sobre querer la
paz, miremos con cuidado ese llamado retiro. Recalquemos que dejó a Israel
como el poder ocupante.
En 2005, halcones israelíes, dirigidos por Ariel Sharon,
un halcón muy pragmático, reconocieron que no tenía sentido que Israel dejara a
miles de colonos en una Gaza devastada y tuviera a una gran parte del ejército
israelí protegiéndolos, y muchos otros gastos al partir a Gaza en partes y eso.
Eso no tenía sentido. Tenía mucho más sentido agrupar a todos esos colonos en
sus asentamientos subsidiados en Gaza, donde estaban residiendo de forma
ilegal, y mandarlos a asentamientos subsidiados en Cisjordania, en áreas que
Israel espera ocupar —ilegalmente, por supuesto. Eso era más pragmático. Y
había una forma muy fácil de hacerlo. Hubieran podido informarle a los colonos
en Gaza que en agosto el ejército de Israel iba a retirarse, y así ellos
habrían corrido a los buses que se les ofrecieron y se hubieran ido a los
asentamientos ilegales en Cisjordania, y, por incidencia, en los Altos del
Golán. Pero eso, querían que se convirtiera en una forma de 'trauma nacional'.
Así que el trauma se construyó, como un teatro. Fue ridiculizado por
especialistas en Israel, incluidos líderes de la sociología— Baruch Kimmerling
se burló de eso. Y el trauma se creó porque, si usted llega a tener un hijo,
fotos de ellos suplicándole a los soldados de Israel, "¡No destruya mi
casa!" y el fondo dice Nunca más, eso quiere decir Nunca más nos hagan
mudarnos de sitio. refiriéndose a Cisjordania principalmente. Fue un trauma
nacional teatral. Lo que lo hacía como una farsa fue que era la repetición de
lo que incluso la prensa israelí llamó El Trauma Nacional del 82, cuando
interpretaron un trauma cuando tuvieron que retirarse de Yamit, la ciudad que
ocuparon de forma ilegal en el Sinai.
Pero la ocupación se mantuvo. Ellos siguieron. Y voy a
repetir lo que dijo Weissglass. Recordemos, que él era negociador con Estados
Unidos, el confidente de Sharon. Dijo que el propósito de ese retiro era
ponerle fin a las negociaciones sobre un Estado Palestino o sobre los derechos
de los Palestinos. Eso lo terminaría. Esto lo congelaría, con apoyo de Estados
Unidos. Y luego imponen una dieta en Gaza para mantenerlos sobreviviendo, pero
no sanos, y en el encierro. Después de semanas de lo que se llamó el retiro,
Israel intensificó sus ataques contra Gaza e impuso sanciones muy duras,
apoyadas por Estados Unidos. La razón fue que hubo elecciones en Palestina, y
salieron los del lado equivocado. Claro, Israel y Estados Unidos, por supuesto,
aman a la democracia, pero solo si los resultados son los que ellos quieren.
Estados Unidos e Israel instantaneamente impusieron sanciones. Los ataques de
Israel, que nunca habían parado, aumentaron. Europa, vergonzosamente, también
dejó que eso pasara. Luego Israel y Estados Unidos inmediatamente comenzaron a
planear un golpe militar para derrocar el gobierno. Cuando Hamas se adelantó a
ese golpe, los dos países se pusieron furiosos. Las sanciones y los ataques
militares aumentaron. Y estamos en lo que discutimos antes: episodios
esporádicos para cortar el césped.
AMY GOODMAN: Noam, sólo
tenemos un minuto.
NOAM CHOMSKY: Sí.
AMY GOODMAN: Muy rápidamente, en este punto, los medios de Estados Unidos dice que el país
se ha hecho a un lado, que ahora toda la negociación está en las manos de
Egipto. ¿Qué debe ocurrir en este momento? El alto el fuego va a terminar en
algunas horas, si no se amplía. ¿Qué tipo de tregua que se debe lograr aquí?
NOAM CHOMSKY: Bueno, para Israel,
con el apoyo de Estados Unidos, esta situación es una situación en la que van a
ganar, o van ganar. Si Hamas acepta extender el alto al fuego, Israel puede
mantener su control policíaco como describí antes: tomando lo que quieran de
Cisjordania, separándola de Gaza, mantener la dieta y así seguir. Si Hamas no
acepta el alto al fuego, Netanyahu puede dar otro discurso como el que usted—
ese discurso cínico que ustedes citaron antes. Lo único que puede cambiar esto
es si Estados Unidos cambia su política, como lo han hecho en otros casos.
Mencioné Sudáfrica, Timor. Y hay otros. Eso es decisivo. Y va a haber un
cambio, que dependerá en gran medida de la política exterior de Estados Unidos.
Durante 40 años, Estados Unidos ha apoyado de forma unilateral el rechazo de
Israel al consenso internacional para encontrar una solución de dos estados.
AMY GOODMAN: Noam, tenemos que
parar acá, pero vamos a continuar nuestra conversación después del show, y lo
vamos a poner online en democracynow.org.
Traducido por Camila Osorio, Elia Gran, Veronica Gelman,
Igor Moreno. Editado por Veronica Gelman, Clara Ibarra y Democracy Now!
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