Presentar a Teresa
Forcades resulta
complicado. Podríamos decir que es monja benedictina, citar su curriculum, que
es doctora en teología y medicina, pero nos quedaríamos cortos. Teresa Forcades es
mucho más que todo esto. Es una monja que rompe moldes. Muchos la conocieron
cuando denunció los intereses de la industria farmacéutica tras la vacuna de la
Gripe A. Tiempo después ocupó de nuevo las pantallas y las páginas de los
medios de comunicación catalanes llamando a una huelga general indefinida y
desmontando los mitos del capitalismo. Se ha pronunciado siempre en defensa de
aquellos que el sistema criminaliza y persigue.
En sus charlas, ya sea ocupando una
plaza, el hall de
un hospital, en un teatro o en una sala de actos, centenares de personas, de
todas las edades y perfiles sociales, esperan escuchar a la monja que dice las
cosas por su nombre. Teresa Forcades ha hecho que hoy hablar de anticapitalismo
sea mucho más fácil. Y el monasterio de Sant Benet, en Montserrat, donde habita
junto con otras 40 hermanas, se ha convertido en una puerta abierta a los que
sueñan, luchan y no se resignan. Hablamos con ella con la excusa del Cónclave
papal, para conocer qué defiende una monja siempre leal con los de abajo.
Estos días el foco mediático está puesto en el cónclave
que tiene lugar en el Vaticano para elegir nuevo Papa. ¿Hay razones para que
este tema sea noticia como lo es?
Por una parte está justificado debido al impacto que tiene la iglesia
católica romana y la cantidad de gente que a nivel internacional forma parte de
ella, pero no me parece adecuado el contenido de estas informaciones. Se habla
de los detalles del Cónclave, de quién saldrá elegido. Cuestiones que en sí no
son relevantes comparadas con la necesidad que tiene esta institución de una
renovación radical, que visibilice, por ejemplo, la total falta de
representatividad de las mujeres. Éste sí es un tema que creo merece un titular
en la prensa internacional. Y no sólo el tema de las mujeres sino el cómo se
toman las decisiones, cómo en la iglesia católica hay un movimiento que se está
organizando desde la base… Y los grandes medios de comunicación no están
reflejando esta realidad plural.